Historias reales que inspiran la personalización
Con un bebé de tres meses, Lucía entrenó en bloques de 20 minutos. Al personalizar intensidades y horarios, sumó semanas sólidas y cruzó su primer medio maratón con una sonrisa enorme.
Historias reales que inspiran la personalización
Tras una molestia antigua, introdujimos fuerza progresiva y carrera controlada. Ajustamos sesiones según dolor percibido. Mes a mes, más confianza y menos miedo: personalizar también es sanar la cabeza.
Historias reales que inspiran la personalización
Sin tiempo para el gimnasio, estructuramos intervalos en bici y fuerza con mochila en casa. Personalizar el entorno hizo posible constancia, y la constancia hizo visibles los cambios.